Un Remedio con Historia Desde tiempos ancestrales, distintas culturas han hervido huesos de animales durante horas para obtener un caldo rico, denso y profundamente nutritivo. Lo usaban no solo como base para sopas, sino también como fortificante para el sistema inmune, el sistema digestivo y las articulaciones.
¿Qué Contiene?
Cuando se cocinan a fuego lento durante varias horas (idealmente entre 12 y 24), los huesos sueltan una serie de nutrientes esenciales:
Colágeno: Proteína clave para la salud de la piel, el cabello, las uñas y las articulaciones.
Gelatina: Ayuda a restaurar la integridad del tracto digestivo.
Minerales: Calcio, magnesio, fósforo y otros en forma fácilmente absorbible.
Aminoácidos: Como glicina y prolina, fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo.
Gelatina: Ayuda a restaurar la integridad del tracto digestivo.
Minerales: Calcio, magnesio, fósforo y otros en forma fácilmente absorbible.
Aminoácidos: Como glicina y prolina, fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo.
Beneficios del Caldo de Huesos
- Fortalece las articulaciones
- El colágeno que se libera durante la cocción puede ayudar a reducir el dolor articular y mejorar la movilidad.
- Mejora la digestión
- La gelatina ayuda a sellar el intestino permeable, lo que lo hace ideal para personas con problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII).
- Impulsa el sistema inmunológico
- Un intestino sano = un sistema inmune fuerte. Además, los nutrientes del caldo ayudan a mantener el cuerpo resistente frente a enfermedades.
- Favorece el sueño y la calma mental
- La glicina tiene un efecto relajante sobre el sistema nervioso. Una taza de caldo por la noche puede ayudar a dormir mejor.
¿Cómo Prepararlo en Casa?
Ingredientes:
Huesos de pollo, res o pescado (mejor si son de animales criados de forma orgánica o libre pastoreo)
1 cucharada de vinagre de manzana (ayuda a extraer los minerales)
Verduras al gusto (zanahoria, apio, cebolla)
Agua suficiente para cubrir los ingredientes
Especias (opcional: laurel, ajo, jengibre, cúrcuma)
Preparación:
Coloca todos los ingredientes en una olla grande.
Lleva a ebullición y luego baja el fuego.
Cocina a fuego lento durante al menos 12 horas (puedes usar una olla de cocción lenta).
Cuela y guarda en frascos de vidrio.
Puedes refrigerarlo hasta 5 días o congelarlo por meses.
Recomendaciones Finales
Aunque el caldo de huesos es seguro para la mayoría, si tienes condiciones médicas específicas o sigues una dieta restringida, consulta con tu profesional de salud. Recuerda: lo que hoy llamamos “remedio casero” fue durante siglos medicina preventiva. Volver a lo natural no es una moda, es una forma de reconectar con el conocimiento de nuestros ancestros.